Sigüenza, dos años después… del 25
aniversario
La Eucaristía
Nos habíamos citado a las 12 de
la mañana en la puerta de La SAFA. Como
siempre, los del coro una hora antes para ensayar las canciones, que como años
atrás, Use había traído para todos y que encontrasteis en los bancos de la
capilla del colegio. Quisimos incluir varias de las de la primera vez, como el “Ven
Sígueme” (tema que cantaron los coros de ambos colegios en el Cuarto Festival
de la Canción Vocacional y este día a tres voces) y algunas nuevas: comenzamos
con “Hoy
Amaneció… ha parado de llover” (algo simbólico, después de un invierno
cargado de lluvias, que también fue interpretada en su día en el Tercer Festival)
para terminar con un mensaje positivo ante la actual crisis y que fue de “Color
Esperanza”, la de Diego Torres.
Esta vez la misa fue presidida por D. Rafael Amo Usanos, director de la SAFA, que estuvo acompañado por D. Pedro y D. Antonino; éste último nos dijo que habíamos pasado de
ser ovejas a pastores y que todo lo que enseñáramos y compartiéramos con
nuestros hijos, sería algo que nunca se les olvidaría.
Y antes de la comida…
Acabada la misa no podía faltar
alguna foto para el recuerdo: en la capilla, el patio, la escalera y en la
puerta del colegio. Apuesto a que algún despistadillo se las perdió y es que había
muchas ganas de diversión. Como quedaba más de hora y media para la comida
había que hacer tiempo y ¿qué mejor que tomar un refresco en los chiringuitos
de La Alameda? Pues dicho y hecho, Fue
el momento en el que aproveché para hacer una visita a las monjas y para revisar
lo que sucedía en el resto del mundo para mi informativo de fin de semana, pues
a pesar de nuestro encuentro el planeta Tierra sigue girando (por si no os
habíais dado cuenta, cosa lógica por otro lado…)
Lo siguiente fue la comida en el restaurante
CASTILLA. Allí comprobé que al final no seríamos tan pocos como parecía en
un principio y al igual que al inicio de la misa, fue otro momento de saludos,
reencuentro con personas entrañables que hacía tiempo que no veíamos, besos,
abrazos, bromas, risas y sobre todo buen ambiente. D. Pedro y Cristina, la profe de matemáticas nos acompañaron
también y al acabar volvimos a ver (aunque apenas escuchar) el vídeo que
habíamos preparado con tanta ilusión para el primer encuentro, al que Use añadió
todas las fotos que restaban del 30 de abril de 2011, pues algunos no habían
tenido ocasión de verlo. Fue divertidísimo comprobar las caras de algunos, así
como los comentarios y cómplices sonrisas al paso de cada una de las
fotografías (algunos, incluso se sonrojaron al verse de nuevo tan bien
acompañados). Si alguno no pudo verlo bien o escucharlo no importa porque tendrá
ocasión de hacerlo nuevamente, pues Use nos regaló un pendrive con dicho vídeo
para que podamos compartir esos momentos con nuestros familiares y amigos. Después
de este vídeo vimos otros de antaño celebrando en el Oasis la fiesta de fin de
curso de La SAFA haciendo las complicadas
tablas de gimnasia. Sólo Use sabe cómo los consiguió…
Bien, pues ya habíamos comido y
quedaban dos horas al menos para la cena y posterior concierto que prometía ser
muy animado con ESTUDIO 80. Momento nuevamente
de despedidas para los que se marchaban y para el resto de seguir
“reconociendo” la Ciudad del Doncel.
Ágape y concierto de los 80
Casi estaba anocheciendo, ocasión
que algunos aprovechamos para disfrazarnos con las ropas, pelucas, complementos
y “gafitas” que Auxy se encargó de traer. Seguro que para ella fue una tarea
laboriosa, pues había para todos. El momento de vestirnos fue de lo más
divertido y sobre todo lo que nunca olvidaré son las caras de los propietarios
del hotel donde algunos os alojasteis, que no daban crédito a tenor de sus expresiones.
Se hacía tarde y el resto habíais empezado a dar debida cuenta del ágape,
mientras nuestros WhatsApp no paraban de sonar para que aceleráramos.
Tranquilos, que de esto hay documento gráfico, al igual que de la comida. Menos
mal que era ya de noche y que fuimos en coche hasta el ASADOR DE SIGUENZA, ubicado en La
Alameda, porque si no aún estarían hablando de nosotros en toda la comarca.
Todavía
retumban en mis oídos las risas al vernos llegar y cómo se animaron algunos más
colocándose pelucas, vestidos y todo tipo de accesorios para disfrutar de la
fiesta. Una fiesta que el grupo de Guadalajara ESTUDIO 80 se encargó de
caldear, ¡¡si es que el ambiente estaba ya poco animado!! Un repertorio
amplísimo de canciones de los 80 que todos coreamos y bailamos y que apuesto que disfrutamos más
que entonces porque estando internos no había ocasión de hacerlo. Grupos y
cantantes míticos de la música española y extranjeros como Nacha Pop, Los Secretos, Alaska y
Dinarama, la Guardia, Radio Futura, Loquillo o Dire Straits se unieron
a muchos más de entonces y de ahora, como Fito y Fitipaldi interpretados
maravillosamente bien por el grupo alcarreño. Y como en todos los conciertos y
ya finalizando, el solista presentó a cada uno a uno a los componentes del
grupo. Y como en todos los conciertos los músicos se despidieron. Y como en
todos los conciertos pedimos OTRA y hubo bises. Y después dieron las gracias al
inestimable y animado público, esperando volver la próxima vez. En este caso
éramos safos y ursulinas ¿quién nos iba a decir hace casi 30 años que
disfrutaríamos de algo similar y sólo para nosotros?
En
honor a la verdad he de decir que lo pasamos de cine… y que esperamos repetir en
poco tiempo. Con los organizadores tan maravillosos que tenemos aseguro que el
éxito está garantizado. A los que estuvisteis fue un placer pasar juntos más de
12 horas y a los que no pudisteis asistir que sepáis que os recordamos y que
esperamos volver a vernos. Desde Madrid os mando un besos a los unos y a los
otros y GRACIAS
por todo lo que compartimos y nos queda por compartir ¡¡¡ SOIS FANTÁSTICOS!!!
SOLO
DIEZ MINUTOS...
No
notaba frío.
No
llovía.
No
temía no reconoceros ya que nos habíamos visto hacía apenas dos
años (a algunos hace bastante menos).
Sé
que no lloraría al regresar.
Sé
que no me quedaría con la sensación de que ese próximo tercer
encuentro nunca se volverá a producir.
Sé
que nos volveremos a reencontrar.
Y
así amanecí. Nervioso durante una larga noche dando vueltas en la
cama; nervioso por si el despertador no sonaba. Pero sonó. Lo hizo
bastante después de que mis ojos hubieran logrado su diámetro
normal.
Cogí
la guitarra. Cogí la pandereta (que no llegamos a usar). Cogí dos
magdalenas para el camino. Cogí esa sonrisa, rescatada en abril de
2011, y que resultaba ser la misma que guardaba en mi memoria desde
hacía 27 años.
Llegue
a mi destino. Era pronto aun y tomé café.
Estaba
solo.
Quería
estarlo.
Necesitaba
estarlo.
Aunque
fuese un momento.
Y
paseé: 10 minutos nada más, 10 minutos en los que una vez más me
dejé envolver por la magia de Sigüenza.
Faltaban
seis minutos para las once. En la puerta de la Safa estaban los más
madrugadores. Quizás aquellos que aun durmieron más nerviosos que
yo. Abrazos. Alguien se asustó al verme “¿Y
la guitarra?”
me preguntaron. “Ahora
voy a por ella”,
respondí.
Y
ensayamos las canciones de la misa. Mis dedos no siempre alcanzaban a
tocar la cuerda apropiada de la guitarra, “debí
ensayar en casa más veces”–
pensé. Pero mi sensación es que sonaron bien las canciones. Sobre
la misa solo decir que me alegré de ver a “nuestros” curas en el
Altar. Y aun escucho dentro de mí esas palabras de Antonino tras la
comunión. Espero seguir oyéndolas toda la vida.
Momento
de saludos. Eché en falta en este encuentro a varios de nosotros,
pero permitidme, sin desmerecer a nadie, que a título personal
mencione cuatro nombres por esa especial o quizás más intensa
relación que mantuve en aquellos años con ellos: Arturo (Boxi),
Adolfo (Baeza), Gregoria y Santi (Cuca).
El
resto del día fueron momentos de vivencias, recuerdos y sobre todo
muchas risas. No me detendré en recordar cada charla ni cada abrazo.
Creo que al igual que relaté hace dos años, volví a ver caras de
las que no recordaba su nombre, y recordaba nombres a los que no
ponía cara, pero durante estas horas todos éramos uno, todos
disfrutábamos juntos de esas horas con la ilusión del reencuentro y
el deseo de repetirlo.
Todos
estábamos envueltos por la magia de Sigüenza.
¿De verdad que nadie más paseó a solas durante diez minutos?
Miguel Angel Sevillano.
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